Es preciso que te recuerde que habito en ti,
en la suavidad con que penetran tus ojos en lo míos,
en la enigmática mirada que me desarma,
en el roce de tu piel acariciando mis orillas.
Es preciso que sepas que he volado hacia tu corazón,
donde está mi hogar.
Es preciso que en el transcurso de nuestras vidas
juguemos a ser lo que ya somos,
uno solo bajo este cielo, mi amor.