UN RECORDO, UN CINAMOMO ROSA. UNHA IMAXE, A MIÑA MADRIÑA FALÁNDOME. COIDO QUE NESE "AGORA" DA MIÑA INFANCIA COMECEI A OLLAR COMO POETA.
domingo, febrero 13, 2011
Lo esperó desnuda en la noche, navegando en el mundo de los sueños. Su ansia proclamaba a los cuatro vientos un resurgir, iluminando de oro la oscuridad mas inmediata.
Esperó como quien espera un milagro, pacientemente. Descalza, invadiendo la estancia con sus pies orientales y entre las sombras, perfilando una silueta delgada de caderas sinuosas y pechos aún túrgidos.
Preparó el sake, rozó la taza de su amado suavemente.
Se miró al espejo, acarició sus labios coralinos y suspiró al descubrir leves pliegues pincelados en su frente.
Todavía se estremecía al imaginar el apetito entre sus dedos y recorría con su mente el cuerpo varonil hecho para sus manos pequeñas, descansando en el profundo abismo de su sexo.
Fantaseaba por un momento que el volvería envuelto en ojos y deseo.
Esperó como quien espera la lluvia en las estaciones secas.
Cuando ya el alba sorprendía sus cabellos revueltos y el rimel seco dibujaba un oscuro camino en sus mejillas pálidas aflojó su último aliento.
Esperó como quien espera un milagro, pacientemente. Descalza, invadiendo la estancia con sus pies orientales y entre las sombras, perfilando una silueta delgada de caderas sinuosas y pechos aún túrgidos.
Preparó el sake, rozó la taza de su amado suavemente.
Se miró al espejo, acarició sus labios coralinos y suspiró al descubrir leves pliegues pincelados en su frente.
Todavía se estremecía al imaginar el apetito entre sus dedos y recorría con su mente el cuerpo varonil hecho para sus manos pequeñas, descansando en el profundo abismo de su sexo.
Fantaseaba por un momento que el volvería envuelto en ojos y deseo.
Esperó como quien espera la lluvia en las estaciones secas.
Cuando ya el alba sorprendía sus cabellos revueltos y el rimel seco dibujaba un oscuro camino en sus mejillas pálidas aflojó su último aliento.
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